Días como este son los que quedan grabados en la memoria. Nos fuimos de caza a un coto intensivo para disfrutar de una jornada de perdices en ojeo y rebusca, ¡y vaya si se nos dio bien! Desde el primer momento, la acción fue constante, con lances emocionantes, perdices fuertes y un ambiente inmejorable.

El ojeo fue una auténtica pasada, con pájaros saliendo altos y exigentes, obligándonos a estar rápidos y precisos con los disparos. Cada lance fue un reto, pero la satisfacción de abatir una perdiz bien trabajada no tiene comparación. 🎯🐦💥

Después del ojeo, llegó la rebusca, donde tocó patear el terreno, buscar esas perdices que quedaron rezagadas y seguir disfrutando del campo con la misma intensidad. Aquí es donde la caza se vuelve más táctica, midiendo bien cada paso y aprovechando cada oportunidad.

Más allá de la caza en sí, lo mejor fue la compañía y el buen rato que pasamos. Risas, anécdotas y, sobre todo, la pasión por la caza hicieron de esta jornada un día para recordar.

Si te gusta la caza de perdices y disfrutas de los ojeos y rebuscas, deja tu like, suscríbete y cuéntame en los comentarios cuál es tu modalidad favorita. ¿Prefieres el ojeo o la caza al salto? ¡Nos vemos en la próxima aventura! 🎥🔥

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